Como es habitual, sin prisa nos levantamos, desayunamos y recogimos todo. Nos vamos hasta el otro negocio de nuestra anfitriona a dejarle las llaves y tiene un bonito detalle con Aiur. De verdad encontrar personas como Tere hace que sigamos confiando en los alojamientos familiares y cercanos. Continuamos con nuestro Road trip por Galicia.

Diseñando la ruta para ir a Santiago, encontramos que casi sin desviar podíamos visitar las Cascadas del río Barosa. Se sitúa junto a la Aldea de Maquieira, en el municipio pontevedrés de Barro y dispone de aparcamiento. Tremendo estruendo. Tremendo caudal de agua, cayendo desde 50 m de altura sobre rocas pulidas por su imparable acción.

 

Cascada del rio Barosa en familia

 

Por recomendación de una compañera fuimos a comer al Fogar do Santiso  en Teo. Se trata de una franquicia que ofrece comida ecológica gallega, concretamente al que fuímos simula un entorno más natural al que estamos acostumbrados en un restaurante al uso. No está mal. Hay un pequeño parque infantil.

Tienen unas vacas fuera del restaurante en un estado deplorable, en un espacio pequeño y lleno de mierda. Y para colmo todo aquel que va a darles de comer, les agarra de los cuernos. Desde aquí, como personas responsables con los animales, denunciamos esta situación.

 

Restaurante Fogar Do Santiso

 

En 30 minutos estábamos llegando al alojamiento, os contamos más sobre la vergonzosa atención y situación que tuvimos que soportar en él en nuestro post sobre alojamientos en nuestro Road trip.

Y para variar, llovía en Santiago. Salimos a patear un poquito por la ya conocida parte histórica con intención de refugiarnos en la catedral en caso de más lluvia. Y sorpresa, había un acto privado en la catedral y estaba cerrada al público.

Cansados de andar bajo la lluvia volvimos al alojamiento y pedimos unas pizzas en Sicilia in Bocca, espectaculares. Cenamos valorando las distintas opciones de cambiar nuestro itinerario en función de la previsión metereológica.

 

Pin It on Pinterest

Share This